viernes, 5 de junio de 2009

Mi humildad y yo (fin del viaje I)

Terminó
el viaje que parecía sin fin
el día de hoy.

Y yo no le leí mi ensayo
y usted nunca verá estos versos
porque ni siquiera un poema son.

Antes odiaba al azar
ahora lo bendigo
porque encontré a un ser
mitad diablo, mitad angelito
que me dio la mano
para salir de la oscuridad.

Ya mismo le estiro a Cronos sus vellitos:
quiero que camine rápido
quiero que su voz esté de nuevo conmigo
insistiéndome, regañándome,
haciéndome de miedo temblar,
pero tengo más ganas aún
de que nunca se olvide
que aquí estamos mi humildad y yo
para aprender de su rugido y su cantar.

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