Mueres y naces. Te despintas y te pintas otra vez.
Floreces y marchitas. Te entierras y te reavivas.
Eres crepúsculo y alba. Te envenenas
y a envenenarme me invitas.
No dices nada, pero lo gritas.
Te crees uno y eres cero en mis costillas.
Te apagas y brillas.
Eres algo así
como mi cruz
o quizás
seas como ver mi vida en tu tren.
Hay una estación cercana.
Sabes que soy capaz...
jueves, 25 de junio de 2009
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