sábado, 2 de mayo de 2009

Un minuto de silencio

Quiero un minuto de silencio
por todos los segundos luz
en este cósmico
-y cómico-
minutero
en los que te he querido
como sólo lo hacen los ciegos
convertirme en la solista
de mi propio coro angelical.

Lo necesito para ponerme de pie
ante la hazaña de volverse humana y frágil
ante la ventura de lavarme la cara
con mi propia agua nocturna
ante la fuerza que me arranca
de toda amargura
y me pone en el camino que todos andamos
pero que pocos confesamos andar
se necesita ser ángel y humano para lograrlo
se necesita la sangre y el corazón inmolar.

Quiero un minuto de silencio
por todos los segundos luz
en este cósmico
-y cómico-
minutero
en los que te he amado
como sólo lo hacen los sordomudos
los que sin fe recuperan la fe
en la sonrisa y en el llanto
como la oruga que se libera
por estos días
como una huella en la arena
se olvida de sí misma
al ingresar de nuevo al mar.

Porque los que amamos
con el alma
no nos queda mas que sublimar
nuestras bajezas
convertirnos
aunque sea de noche y un ratito
en la cabeza tomada por un ser alado
convertirnos después
en un canto de amor
uno celestial.

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