Al primo de un amigo
le dan miedo las noches sin estrellas
le apanican los ataques
de donde vengan
cree en la posibilidad
del apocalipsis en su peinador.
Curiosamente
todos dicen conocerle
y todos le han visto estremecerse
enmedio de la tragedia
y la cómica abstracción.
Para calmarse
todos cantan canciones chinas
de dudosa traducción.
Los cepillos duermen,
el tintero tienta su mano
a escribir canciones
contra su desquiciado espanto
a cantarle a los seres angelados
que visitan su cajón.
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