martes, 19 de mayo de 2009

Intimidad I

Se ama a cuantas horas-caras
el minutero te regala
pero a sabiendas
que hay un solo momento
en el que de veras
se entregan de un golpe con sabor a caricia
la mente, el cuerpo
el alma y el corazón.

Quiero tener tres mujeres
adentro de mí
para no fallarle a ninguna
para ser gato en penumbras
y con un as bajo la manga
cuando mi cuerpo lo inunden
los días de monzón.

También quiero
seguir el rastro ecléctico
de la luna vieja
un día amanecer con el pecho
pegado a la tierra;
otro día traer el alma perversa
enfundada en medias caladas
y zapatos de tacón;
y otro sideral y libre
y con la sonrisa en la cara.

Soy mujer
Adán me ronda
desde que el día se levanta en mis faldas
y me duelen las uñas rotas
las raíces quebrantadas
dos o tres espejos muertos
y la dulzura de amar a conciencia sabida
y con la boca algo rajada.

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