Qué pena
me olvidé de algunas glorias extras
en la nevera
debí colgar un atrapasueños
en mi raída mochila
y antes de primavera
algo que me desbloqueara
el nip a tus encantos
algo que me permitiera
ser feliz
al menos mientras te creo conmigo
cuando duermo
y no estás.
Es una escultura a la estulticia
pensar que se pronuncia el sí
como agua de uso corriente
y que por hacerlo
se puede entregar el alma igual.
Sueño que tengo días para contarte
que salvé mi propia honra
al decir que no basta
dar marcha atrás.
Y que quiero una escalera
para parecerme a tu espejo
algo así como un regalo de Zeus
una cajita al cielo
que sea mi brújula
y me muestre si aún estás
donde te pienso.
El punto inicial
de todo este cuento.
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