Mira las margaritas
cómo abren
son ángeles de luz en la tierra
una gota de lluvia del alma
un aleteo a contraluz
una vida escrita en una espada
por cada día
por cada mes
por cada año
cada paso que caminas
una suerte de espiral
en el que me arrastras.
Yo miro tus ojos
no sé si tu mirada está fija en mi alma
o si yo soy la estática
el caso es que los callejones sucumben
y me cae mayo
como otras tantas veces
como una nube de abril
el ocho no es indiferente.
Soy llamada febril
y también un montón de páginas;
Tú,
la historia de mi propio phi.
domingo, 17 de mayo de 2009
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