Nunca creas
en los espejismos
a menos que estés seguro
que los estás mirando
en el círculo polar.
Esa consigna llevaba
poco antes
de toparme
con un fragmento de tu destino
es fascinante la manera
en que mis propias encomiendas
olvido
y es más hermoso aún
la oportunidad que me dí
y me doy cada día, al levantarme
de lanzar una sonrisa al espacio
para que regrese y se plante
en el lugar o persona
que menos lo piensas
y de un segundo a otro
zas, un fragmento de mi propia luz
contigo está.
Nunca creas
en los espejismos
a menos que estés seguro
que los estás mirando
en el círculo polar.
Arranqué ese adagio inútil
me hice unas alas de besos
que aleteo cuando por las noches
me desnudo y me muestro
enamorada y con la firme intención
de volar.
viernes, 8 de mayo de 2009
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