Las noches no son tan largas
como para hacerte un tratado
de amor, estrellas y gracias
por todo lo que me has dado
por las cosas que sin saberlo
me regalas.
Por eso
me vuelo el tiempo
con estos pobres versos
rapto a la luna
pinto de rosa su conejo;
por eso cuando pasas por mi cabeza
todo es como un jardín de amores
que perfuma hasta el rincón más triste
de mis amarguras pasadas
y de mis complejos.
Y a pesar de no ser yo
tu libreta
me siento honrada por el dios menor
que me trajo
hasta la puerta de mi corazón-casa
la oportunidad de volver a creer
en mí
y en mi capacidad
de hacer explotar hasta el suelo;
unos que tienen un amor muy maduro
y muy inquieto
uno que se volvió cohete
en tiempos en que aprendió
a sacarle jugo a tantos desvelos:
Escribirte un trocito de mi alma
llevarme conmigo tu sonrisa
permitir que embistas con ella
cada uno de mis sueños.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario