En la mañana fui mustia por apariencias
regresé a mediodía
y me quité la cadena de plata
y un honguito con el hilo negro
que desde hace quince años le sostiene
le alimenta, le columpia y le abraza
agarró mi mano
y me fui a volar.
La blusa que parece de vaquera
transparente tela
azul marino con botones blancos para resaltar
que cuando la compré era primavera
son diez años
y tanto ella como el honguito
me cuentan
lo que ha pasado cuando fingí que no existo
lo que sucedió cuando dí el salto
y no me salí del camino
los sueños que por fin alcanzo
y que son míos y me sangraron las manos
pero son mis hijos
y los defiendo como las leonesas a sus crías
porque para soñar nada más yo
y también solo yo
para hacerlos realidad.
viernes, 8 de mayo de 2009
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