Quiero una luna
dibujada en mi pared
también una puerta dimensional
para atravesar el umbral
junto a los pocos que me crean
que el caos no es real
y que entre tanta oscuridad
las estrellas son las lentejuelas puestas
por las manos etéreas
de una diosa toda bondad
toda voluptuosidad
toda ternura
toda libertad y toda seducción
que invita a ser colibríes
palpitantes en la rapidez de los besos
dados con amor
y a partir de la cuenta de tres...
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