sábado, 2 de mayo de 2009

La lluvia escupía

La lluvia escupía
en vez de bendecir
la parte trasera
de este mundo de dios
que se llama Saltillo.

Todos miramos al unísono
Dios se ruborizó
y nos mandó lluvia en nuestros cuerpos

El muy carajo...

una clase de estupor de poros
que llueven letanías
de te amos
y de necesito dinero.

Llegó la noche
se parece al beso húmedo
que se dan los pubertos
cuando creen que nadie los mira
y en su nívea aura juegan
a seguir siendo creadores y dios.

No es que no ame al creador,
es que a veces siento
que abrió tanto su mano
que nos perdió la huella
y la hipermetropía de sus años
no nos deja ser encontrados por él
enmedio de esta humana tempestad.

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