La noche como estola de rock
y tú y yo en el trance
en el que nos hemos subido.
Tu nave como un laberinto
con salida a nuestros cuerpos.
Tu nave cargando combustible
mientras reímos.
Las estrellas son
[y te diré una cátedra imaginada]
pero en realidad son infinitas.
Apunta hacia allá.
Una elíptica de besos
nos espera.
jueves, 16 de enero de 2014
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