Hoy hace
frío y me siento en paz
no
crecieron lunas para los árboles
fueron los
árboles los que hicieron crecer la lluvia
y luego
aquí la esperanza
vaga mansa
tardía
como todas
las máscaras de esta impronta
de cielo
milenario en sepia orgullosas
orugas
botones copos.
Fe acidulada
de sangre de ciclo de hembra.
Orificio
sacrosanto donde filtró la trinidad
un eco
dulce de quetzal algún rubí de colibrí
de ala
ahíta de amor
de esos
amores que ya no se hacen.
Pero a mi
puerta llegan.
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