desde mi fuente
recuperé la luz en cada beso entregado
a plenitud de nuestros mares.
Te pregunté lo evidente.
No es que quiera ser viento al norte
o al este, mi alma
hoy y ayer sigo encendida
de furia y amor incontenibles.
Retornaste mis caricias:
esta nuestra vida
me parece
(no sé tú)
apenas inicia.
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