de tu lengua hablándome de tu cuerpo
de tu sexo penetrándome hasta volverme este río
de saberme inmensa al juntar nuestras bocas.
Plúmbago y mujer violenta
con los colores de esta noche
te ofrendo mi cuerpo que adora tu cuerpo
y el fruto de tu cuerpo
mi corazón que te ama hasta la raíz
de otros países
y esta alma que te necesita
porque, alma,
yo sin ti no comprendo igual
las leyes de las estrellas.
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