Deja que me venza en ti
como la primera vez de un día
colmado de hierba santa
tras el trazo del mundo.
Deja que me acurruque en ti
como un ángel a la orilla del oído humano.
Deja que se reanuden
los días del viento bueno
para cantarte a ti
cada día de mi vida.
lunes, 6 de enero de 2014
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