domingo, 4 de septiembre de 2011

Señor Domingo

El amor, en todas sus variedades, nace
de la mirada que laza el mundo
de uno
con los ojos del de enfrente
soñando otro mundo,
igualmente posible.


Alguien escribió al final de la resolución
del dilema,
"Amar es entregarse a sabiendas
del imposible próximo,
del viento lejano,
del silencio dormido en los labios cerrados
del otro".

El amor es lo que me condujo hasta aquí.
Por amor viajé hasta sus pestañas,
robadora de uno de sus latidos,
Señor Domingo,
distancia blanca que dulcifica mi madrugada.

Y será Amor lo que mantiene mi letra viva.

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