Guardo la euforia con que respiro el 22
para cuando mengüe la vida el 8, el 9
los infinitos segundos que pasarán por aquí,
entre mis muslos,
y sé que dormirán pensando en ti,
porque así es esto del frenesí.
Así la distancia me hablará quedito
una canción de tu leche dulce
y no habrá congoja ni pena
porque veré el sol como si fueran tus cabellos
y tus labios
hablándome la filosofía
de un instante sagrado.
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1 comentario:
Es tanto lo que has escrito que me ha resultado imposible seguir/comentar todo...pero en esta euforia de la espera, que se endulza evidentemente, me alegra, alumbra. Besos.
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