Regálame unas alas que no te estorben
para cubrirte el pecho desnudo
evitar la balacera de los no muertos por tus calles
volverme íbis si es preciso
cantarte al oído: "ya amanecerá, respira, palpita".
Que tu ser es lo único que me importa
entre tanta gente y tantos elogios vanos
tantas soledades de plástico
y tantos cántaros de agua artificial.
Eres la vida de la mía absurda
eres la diestra de mi zurda
eres el que siempre esperé para amar
y creo que siempre voy a esperar.
jueves, 29 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario