El aroma de la flor nocturna
es tu cuerpo vibrando fuerte
y el epicentro está ubicado
en el cuadrante de mis entrañas.
Los animales de la noche
los habitantes del Mictlán
la lluvia que azota mi ciudad
los tremores anunciados
en los ojos de los relojes de Geos
y hasta los dioses de los dioses
saben de nuestro secreto.
También lo saben nuestros corazones.
Por eso, canto en silencio.
martes, 20 de abril de 2010
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