sábado, 10 de abril de 2010

Aparador

Aparador para alimentar su morbo...
soy la misma, con otros ocho eneros.

La fraternidad entre primos nos fue vedada
por nuestros antecesores:
solamente compartimos las mismas letras
de un apellido bastardo;
el resto,
es una turgente espuma de palabras no dichas
como la rabia de aquellos viejísimos,
amargos tiempos.

La ceguera es para los vanidosos.
Yo siempre fui
el pinto del arroz que engendró mi padre.

Vamos, alégrense:

Un mundo cercano,
menos hostil, menos profundo,
más liviano y feliz,
las espera a la vuelta de la esquina.

No hay comentarios: