Valentías entreveradas en la sordera
de mil rostros ancianos y ricos de omisión:
algún día la vida cambiará.
Pero yo vivo el presente.
Comeré luz de faros de autos
mientras imagino que sus extinguidores
exhalan esencia de jazmines
borradora de toda tristeza asfáltica
poseedora de todos los fuegos
de todas las eras.
viernes, 30 de abril de 2010
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