La cuenta del cinco al trece y del treinta al diez
cuarenta niños jugando
a trenzar los cabellos del sol
mientras está dormido.
Despierta del césped su flauta
en cánticos se mueven las olas del tiempo.
Doce, ocho, veinte,
las pelotas amarillas se transforman
en las mariposas que un viejo escritor inmortalizó.
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