Dime, sombra, las manchas de las aves
dormidas sobre el tiempo
los ecos de dios escondidos en el silencio
el amor agazapado nutriéndose
de la tierra ahora encendida.
Shaumbra, digo, y me nace tu estrella
yo, que siempre hablo contigo cuando emerges:
serena, eres mi madre.
Fui concebida de noche
como los versos de Virgilio
o las resonancias de Schumann.
Dime, hermana, los pies del sino
los años entre espejos
los venideros amamantando libros
y piedades sobre estanques de papel y tinta.
Dime, mujer
el kilometraje de la risa y el llanto.
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