La danza de dos bocas
en el tiempo detenido por el agua dulce
renacimiento de Venus a cuatro brazos.
Caricia llegando al puerto
Aeolus guardando los vientos
lilas perfumando el río
bendición lunar en tierra.
Dos almas reconociéndose
dónde estabas sol
en tu dársena encallé mi barca
Paris y Helena guiando
el fuego nuevo reposando sobre ternura
la nota final de Brahms
atesorando
nuestro primer beso.
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