Avispas reinas redentoras se oyen por la cuadra:
silencio, son las oraciones contra las esquirlas enlatadas,
un vaso de leche a fuego de verano en los ánimos de las viudas
y las madres de hampones
y las hermanas aburridas.
Las rezanderas buscan su lugar
en un trozo de la gran Alma.
Tamales será el alimento del consuelo
o una tarde más de alivio
al contar con los diez dedos en las manos
para seguir rastreando el rosario.
viernes, 19 de agosto de 2011
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