Las palmeras saludarán al sol
desnudando su regalo blanco al viento.
Los niños exploran el sabor
de la frambuesa escondida en el verano.
Se dice también que
Zapalinamé será violeta al amanecer
y no azul, como el agua de hace mucho tiempo
en este páramo.
Marruecos baila una canción de efe-eme
en un idioma extranjero
insustituible para las cajeras soñadoras.
Una bellota hace cran en el verde espeso
de un bosque salvado del silencio
mientras sus aves platican cómo te va
yo excelente, vida, qué bueno
y un explorador piensa que cantan muy alto y que son
mensajeras de antiguos dioses.
Las horas son como de papel
y están de plácemes si las escriben.
Y el cielo se viste de gasas naranjas y rosas
porque tú sonríes.
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