Nos hemos dado tanto
que sólo un adiós cabe en este barco.
La luz enciende todos los caminos,
ilumina el lado no sacro,
el no bendecido de las bifurcaciones, a orillas del tiempo,
justo donde yo me encuentro recostada,
saboreando la fina capa de hielo que conduce
a mi castillo de amor amurallado
de propiedad exclusiva para tu barba.
Nos hemos debido tanto
que sólo un silencio cabe en este cuarto.
Soñaré otra galaxia para ti donde pueda ser una mujer
capaz de reír en tu penumbra,
de abrir las manos por completo en el invierno,
de adorar los sucios salmos de la historia cada día más enjuta,
de besar a pesar de tanta culpa,
de cantar mientras te afeitas y bebemos la victoria o un café.
Te he amado tanto
que con todo el amor que me sobrevive he comprado otra vida
para reencontrarte y darme a ti una y otra y otra vez.
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