de luna repleto
de laurel y nube ataviado.
Dijiste stardust y llovieron oropeles.
Luego, la canción de cuna.
Eres como el agua dulce de los mares de Júpiter
te decía
Suenas como los instrumentos del Sol
cuando llovían bendiciones.
Mi alegría de junio
mi té para soñar la fortuna y la calma.
Acaricié tu mano derecha y la puse sobre mi seno
e hice de tu cuerpo
el habitante de mi tierra.
Las espigas tintinearon
con una bendición de plata.
Éramos estrellas, dos que reían.
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