Parada estás, desnuda
bajo la luz azul que brilla contigo ante el espejo.
Abierta estás, alejada de demonios y serafines
están tú y tu piel
tu nuevo latido, un brillo en los ojos
escapándose de tu alma.
Te sonríes. Jamás lo habías hecho.
Parada estás, felizmente desnuda
bajo la temperatura fría contigo ante el espejo
y no sientes pena.
viernes, 27 de diciembre de 2013
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