Volver a ti, nunca
pues jamás me he ido.
Navegar por tu semen
tu corazón de oro líquido,
escribir te amo a las diez
y luego antes de dormir
para soñarte.
Tengo ansiedad de vivir
el aire que también respiras.
Tengo el corazón listo
para protegerte
cuando caiga el otoño.
Como la Andrómeda
al alimentarse de la gota de agua,
así te amo siempre
con las semillas de higuerrilla
en la mano y en tierra
y también con un poquito
de impaciencia.
El mundo es brillante
si nos comemos a besos.
lunes, 8 de septiembre de 2014
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