Campos desconcentrados
que van a un mismo dios.
Ven a mí
y evangelízame
con tu lengua que sabe
deleitarse
en lo profano y lo divino.
Llévame al escenario
donde serpentea el ritmo
la piel mojada de piel.
Eléctrica bomba,
latido universal envolviéndonos
como legión de dos
multiplicándose
en el fabuloso grito.
martes, 16 de septiembre de 2014
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