Te veré pronto, Amor,
cargado de lluvia suave
de brizna de maple
una vara de luz sobre tu piel morena.
Te besaré libre, Amor,
apenas y abramos el último resquicio,
la luz entrará
cegando de amor
lo aplazable
Y es que lo único postergable
es el miedo y la tristeza.
Te veré pronto, Amor,
o mejor dicho, ya estoy de nuevo
contigo.
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