Confieso que en cada amanecer
siempre espero ver
el hombre que me amará hoy.
Que a veces no sé
quién me está llamando
a mediodía.
Quién es el caballero en turno
o el rockero que desgasta
sus suelas en mi paraíso.
Confieso que me importa un pito.
Confieso que a todos los amo
aunque de pronto ninguno de ellos seas tú
y todos te den nombre.
Confieso que soy feliz
porque es como estrenar amante
sin dejar de amar a un mismo corazón.
Confieso que quiero
que así siempre sea,
una falta de memoria de uno mismo
para que así
el amor se quede en el núcleo
y explore cada vida
que vivimos en esta.
Confieso que eres mágico
y yo debería guardarme palabras
para no desarmar mi corazón
uno de estos días.
Confieso que se ama sin armas
y por eso vengo
con las manos arriba.
Confieso que quiero
que me vuelvas puta a las tres
y luego me reces a las siete.
Confieso que lo he confesado ya antes
pero tal vez
me faltaba escribírtelo
como la última prueba
de mi escenario amante.
viernes, 19 de septiembre de 2014
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