ámalo
incéndialo
bébelo
muérelo
y luego respíralo.
Soy yo
flor de eucalipto
o manzano
o higuera.
Las mujeres árbol
nunca nos equivocamos.
Tú eres para mí
mi hombre amado.
Guerrero de viento
de sol salado.
Troza el sueño
que del arrullo
me encargo.
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