Sin medida, sin censura
ancha, altísima
la llama de piel encendida
con la que cubro este asombro.
Sin medida cae
este pudor
y me ensancho.
Sin medida estos besos,
un abismo donde apenas
este fuego
y ya voy oyendo mis pasos
hacia la vida.
martes, 9 de septiembre de 2014
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