Recordé la sombra.
Veintinueve años
de errores ininterrumpidos.
Ahora forman una escaleta
que será al final un póster.
La posteridad me llama
desde tu abrigo de sal y lluvia.
Y no tengo más vestidos
de piedras y encajes preciosos
que tus besos nocturnos.
Me río de mi lucha
tan ciega y tan a la espera de ti.
Tú, el despertador de todos mis mares
incluyendo éste
que llevo ahorita a inmediación
de mi alegría y mi garganta.
De todo cuanto he logrado
ser amada por ti
y entregarme a ti
es mi mejor trabajo.
martes, 2 de septiembre de 2014
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