Por qué el ámbar
recorriendo la infantil bicicleta,
por qué este espacio
de un polvo azulado
con el que sonríe aquella fachada
la puerta donde todos se animan
a ser tarde final de estío
y un amor
o cuatro o veinte pesos en lunetas.
Por qué esta fotografía
tan limpia de herrumbrosa alma
será que quiero darte algo así
como la versión feliz de mi vida
y en ella está la tarde que no llega
porque buscándola es que he vivido.
lunes, 1 de septiembre de 2014
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