martes, 26 de agosto de 2014

Vuelvo de mi país
como una gota de leche de cabra
sobre el mantel del cielo.

Si me faltara tu aire
la pradera dormiría,
los rizos del fuego
serían elegías de dios
para los niños no nacidos.

Vuelvo de mi matria
con el árbol de la vida
como un dije de placenta y oro
heredado por todas mis madres.

Si no existieras tú
yo no tendría motivo para buscarte,
si no te supiera hombre
mi árbol en mí se quedaría.

Vuelvo de mí
como una ola de mujer
elevada en el siempre de tu boca.


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