De terso aire está clavado
mi deseo sobre tu cuello.
Ahora que viajo a contraluz
por tu cabello que es plata
y oxímoron,
Ahora, que no puedo establecer
el nunca porque vivo
en tu peso seminal de siempre,
Ahora, que en mis rodillas penden
más de doscientos hilos de tu savia,
tu cortina de tres soles y tintas.
De prado sembrado suavecito
bajo tus plantas
estoy amamantando tu estrella.
Fijada estoy como en un día
que nunca muere y vuelve
vuelve como malva y pezón
en el ojo alcalino de tu cuerpo.
Ya bien tersa me tienes
me das y no me arrebatas
me quitas y combates
por pura razón de amor
que es lo mismo
que enunciar al paraíso
desde su palabra no nacida.
viernes, 29 de agosto de 2014
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