Vamos a jugar, niña
a perdonarte como cuando no te dabas cuenta
que el perdón existía.
Todo el mundo se equivoca, niña.
Nadie está exento de emprender un vuelo
con una banderita roja en un dedo.
Deja de señalarte, niña.
Vamos a peinar los tesoros del viento,
el de tu hombre amado
el de los días buenos que con él
habrás vivido y escrito.
Vamos a soñar, niña
a que el espacio y el tiempo juegan
y los sueñan juntos cada noche
y cada mediodía.
Vamos a jugar a que eres bella
y con tu amor vences heridas monstruosas.
Esta vida es un tablero.
Y es dulce y bueno con quien juega de corazón
entregando el corazón mismo.
Vamos a domarlo, niña.
martes, 19 de agosto de 2014
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