jueves, 21 de agosto de 2014

Nace el día, mi niño,
nace la música y su parto.

Moverán las piernas
los juncos atrapados
en la memoria de otro niño.

Caminarán bajo tus plantas
tomarán el sol de tu camino.

Nacerás una y otra vez
Ícaro emancipado:
nunca un hombre para desafiar al sol
con las manos llenas de armonía.

Nacerá contigo el día, mi dios.
Entonces tú me dirás
el poema de la luz.


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