Un cielo sentado en el piano
el mudo piano
un ave en sepia probando
las horas de dios.
Te oigo a ti, hermano
callado para oír el poema de las nubes
la danza mineral
que acompañan a tus manos.
Mira que un cielo está sentado
en el piano que se oye
y canta y baila y ríe como tú,
rebelde y bandera de avenidas.
Lo oigo resonar sobre ti, hermano,
Chicago a punto de himno,
las olas de otro mar
abrigando tu cuerpo.
Bienvenidos sean
los héroes discretos.
miércoles, 20 de agosto de 2014
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