Olor a tu cuello sudado de guerra
decorando mi cuello.
Olor a tu sangre latiendo entre los sacos
de la fértil tierra
Olor a tus muslos en la Alta Mar
María Magdalena y puta
acariciándose el monte venusino
para humectar tu mañana.
Olor a tu labio superior ensalivado
de piel de pantera y ojo de venadito.
Olor a tu labio inferior acorralado
por la fuerza que tira al hervor
desde la raíz de nuestro cuerpo.
Traigo tu olor como fruta
pegado a la niña,
tu olor rodeando la espina
que va saliendo de mi hoguera.
Traigo la mecánica del sol
y de la luna sus maravillas.
Pero esta noche en especial
traigo tu olor de hombre
que reventa en mi cuerpo la playa seminal.
martes, 12 de agosto de 2014
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