miércoles, 13 de agosto de 2014

Nubes

Hoy no vengo a hablarte
de los rincones de la piel
acordados para ser tuyos y míos.
Hoy vengo a hablarte del verano
de la flor que responde
al inmenso grito del estío.
Sobre las nubes vamos, alma mía,
y te pregunto los ojos en monosílabos
y tú me respondes uno o dos dientes
antes de tocarme.
Habrá o no frontera para ellos
no lo sabemos,
te lo digo con el destello del sol
sobre la carne firme.
Habrá oportunidad para los hombres
de crear algo mitad heliotropo
mitad perfume de sándalo,
no lo creo.
Dices con tus yemas untadas en fuego,
dices con la lágrima de niño travieso
y el hambre pantera de tu cielo.
Hoy vengo a decirte que el día es nuestro
siempre que al día
no le pongamos nombre ni hora.

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