La lengua desnuda debe posarse
en el firmamento de dios
al hablar.
La lengua dividida debe unirse
en la hora de dios
al amar.
La lengua escindida debe reunirse
en la mano de dios
al hacer.
La lengua amedrentada debe levantarse
en los hombros de dios
al combatir.
La lengua sin caricias debe resurgir
en la boca de dios
al renacer.
La lengua llena de amor de escribir
en la noche sagrada de dios
al pensar en el amado.
domingo, 24 de agosto de 2014
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