Te oí cantar
al silbido del último tren
como lleno de danza
y rock
un estruendo para rompernos
los ardientes labios.
Y te sueño, bandido
en la casa de nube
donde guardamos las cosas
que no se subliman
hasta mirarnos.
Eres puro, ruiseñor.
Eres tan puro...
miércoles, 3 de septiembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario