A una gasa delirante

Gasa delirante
que giras y posas
te hundes en cuencas rosas
y te deslizas en el sillón de piel:

Te he visto deslizarte
esta tarde te he mirado vencida
tu carne es otra
tu piel parece de niña ensombrecida.

Y es que hoy te ha tocado llover.
Aguardar los puntos
unir las coordenadas que dan del coxis
-reunión magistral del recuerdo de Eros-
a las córneas y el corazón.

Así desangrentada te ves bonita,
quiero verte dormida,
por si despierto contigo;
quiero verte durmiendo
el sueño de los justos afligidos:
que sea la voluntad del fragmento hecho beso
lo que te haga disolver el mal sueño:
escápate del minutero,
vuela siempre libre, vuela libre de mí.

Porque yo una vuelta al sol
es lo que quiero
y no mirarte cómo me matas a mí.