martes, 14 de julio de 2009

Amanecer

A pesar de tantos años
me sigue amaneciendo
del mismo color de tus ojos
(miel penetrante,
naranja profundo)
como aquel martes a las ocho y tantos
de la más hermosa mañana.

Aún te abrazo con la memoria
te estiro este amor con mis huesos
te entrego la paz de este cuerpo-desierto...

Pues aún mantengo
la llama encendida
de volver un día
a abrazar la vida
como lo era en el Génesis de ese pasillo a capo abierto
como la flor de los campos más sonoros y dulces
que me regaló a mi galaxia tu venida.

Llámalo fortuna o cursilería:
a mí me suena a un sinsentido grandioso
denominado amor.

No hay comentarios: